Se prevé que el cambio climático incremente la frecuencia e intensidad de las sequías y que reduzca la disponibilidad de agua de riego en muchas partes del mundo.[i] Por lo tanto, mejorar los cultivos para que sean tolerantes a las sequías es vital para que la agricultura se adapte al cambio climático. Los científicos han encontrado una rica diversidad genética relacionada con la tolerancia a la sequía en el progenitor silvestre del trigo duro, Triticum dicoccoides, por lo que se estima que esta especie de trigo silvestre y otros parientes silvestres del trigo serán un valioso recurso para lograr variedades de trigo mejoradas que sean más resistentes y se adapten a las condiciones de sequía.[ii]
Global Crop Diversity Trust
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