Una vez se han recolectado los parientes silvestres de cultivos, es de vital importancia conservarlos adecuadamente en colecciones ex situ a fin de garantizar su disponibilidad continua para la mejora vegetal y a fin de salvaguardar su diversidad genética para que no se extingan en el campo. Todos los parientes silvestres de cultivos recolectados en este proyecto se conservarán en las colecciones nacionales del país de origen, en el Banco de Semillas del Milenio, en la colección internacional de CGIAR que corresponda y en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard.
Después de recolectar los especímenes de semillas para el proyecto, estos se limpian, se secan y se almacenan en el banco de genes del país de donde proceden, y a su vez se envía una parte de cada espécimen al Banco del Semillas del Milenio como duplicado de seguridad y para distribución a programas de pre-mejora, bancos de germoplasma y otros usuarios. Los datos de pasaporte y de disponibilidad se actualizan en Genesys. Durante este proceso, se generan protocolos de germinación (si no existen todavía) y se publican a través de la base de datos de información sobre semillas de Kew.
Una vez conservadas de forma segura en bancos de germoplasma, las semillas de PSC se almacenan a largo plazo a –20 °C, donde pueden utilizarse para la mejora de cultivos y compartirse con otros bancos de germoplasma a través del proceso de regeneración y multiplicación. En 2015 se habían añadido más de 100 colecciones nuevas de semillas de parientes silvestres de cultivos a colecciones en bancos de germoplasma internacionales, y el proyecto tiene intención de añadir miles de colecciones más a los PSC almacenados en todo el mundo.
